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“Muchos me dan bromas y me dicen que de 25 vigilias he asistido a 24 jajajaja…” |
En este 2017 se cumplen 25 años de celebrar la Vigilia de Pentecostés Juvenil en la Arquidiócesis de Managua, y es que cuando el iniciador de esta actividad la llevó a cabo, (entiendo que fue Monseñor Carlos Avilés), me atrevería a decir que no se imaginó el impacto que tendría en muchos corazones jóvenes que han venido creciendo a la par de esta celebración.
Recuerdo cuando escuché
por primera vez acerca de una vigilia que se realizaría en la parroquia Santa
Ana en Niquinohomo, obviamente no me dejaron ir, pues apenas rondaba los 17
años (si mi memoria no me traiciona), me quedé con la inquietud por no haber
ido, pero eso pasa cuando sos la primer hija, la primera nieta, la primer sobrina
de la familia, etc., te cuidan mucho, lo cual también debo reconocer que tiene
su lado positivo.
Fui ganando la
confianza de mi familia y al año siguiente pude asistir a mi primer vigilia, si
señores, era 1999. Muchos me dan bromas y me dicen que de 25 vigilias he
asistido a 24 jajajaja!!! Pero no, mi primera vigilia fue allá por el año 1999,
la VIII Vigilia de Pentecostés Juvenil en el colegio Madre del Divino Pastor en
Carazo, un 29 de Mayo para ser más exacta.
La sensación que sentí
fue tal que quedé enamorada de Jesús esa misma noche, nunca había experimentado
el amor de Dios en esas magnitudes, con tantas personas jóvenes como yo,
sintiendo el mismo amor a la misma vez. Yo comprendo perfectamente a cada uno
de los que motivan, organizan y coordinan una actividad tan grande como esta,
las maravillas que Dios derrama a través de su servicio, son indescriptibles.
Cada
año se nos iba sumando más gente, primero fue una parroquia, después varios
colegios, luego varios auditorios, hasta que llegamos al estadio Roberto
Clemente en Masaya y al del IND aquí en Managua. No saben cuántos apuros
pasamos por acondicionar esos locales.
Durante estos 17 años,
he visto pasar cantidad de jóvenes, he visto cómo se ha convertido en la noche
más esperada del año de tantos chavalos y chavalas que la esperan con ansias. He visto su alegría, su júbilo, su llanto, su emoción y las he vivido
junto a ellos.
25 años no han sido
fáciles, entre trámites, papeleos, pegando carreras por la energía, por el
agua, por el local, por las ventas, por la seguridad, por el sonido, uffff! Son
días en que los organizadores tienen que dividir el tiempo con su familia, sus
trabajos, sus Pastorales Juveniles y la organización de la vigilia (¿y si
tienen novio o novia, esposo o esposa y los sacerdotes con sus parroquias cómo
le hacen?).
En todo este tiempo,
hemos tenido tantas amenazas: AH1N1, Huracanes, falta de energía, lluvias, etc.,
pero en todas ellas vi como la mano de Dios nos sostuvo siempre, la Vigilia de
Pentecostés Juvenil es un derroche de gracia de nuestro Padre Celestial.
¿A
cuántos ha marcado una vigilia? Varios, cientos de chavalos que escuché decir
de los milagros que ahí sucedieron y que no se atrevieron a contar en su momento.
¿Cuantos ya no están?, pero siguen acompañándonos con la oración.
Los Asesores, ¿qué les
digo de los asesores de la Pastoral Juvenil en nuestra Arquidiócesis?, tuve el
honor, la gracia y el privilegio de conocer y trabajar con Monseñor Rolando
Álvarez, cuánto se entregó en cada una de ellas y cuánto aprendimos de él, el
padre Lester Zelaya, el Padre Herling Hernández y ahora el padre Jhader
Hernández, osaría en asegurar que a cada uno de ellos también los marcó la
Vigilia de Pentecostés Juvenil.
Es un privilegio poder
ser parte de la historia de una generación de jóvenes que se han dejado
cautivar por el amor a Dios y celebrar 25 años de Pentecostés Juvenil. Estoy convencida
que han sido tiempos de avivamiento de nuestra fe, ha sido una etapa de nuestra
vida donde hemos experimentado la promesa que nuestro señor Jesucristo le recordó
a la hermana de Lázaro: “…¿No te he dicho, que si crees, verás la gloria de
Dios?” (Jn. 11,40).
Todo sea para la Gloria de Dios!!!
Lily